Tarima flotante: ¿Cuánto cuesta cambiar el suelo de una casa?
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Cambiar el suelo de un inmueble, ya sea una casa o un piso, suele ser una reforma bastante satisfactoria. Poner un suelo distinto puede ser la clave si queremos mejorar el aspecto de nuestra vivienda. Sin embargo, es normal que a todos nos asalte la misma duda: ¿Cuánto cuesta cambiar el suelo de una casa?
Cuando se trata de los suelos de interior, hay múltiples materiales que pueden utilizarse y que pueden ofrecer buenos resultados. Esa variedad puede complicarnos las cosas a la hora de tomar una decisión.
Encontrar el suelo perfecto es difícil, pero no imposible. El primer paso es conocer las distintas alternativas para, sabiendo qué nos puede ofrecer cada una, escoger la más indicada.
Una reforma integral
Al plantearnos la reforma integral de nuestra vivienda, lo primero que nos preguntamos por regla general es ¿qué tipo de suelo poner?. Actualmente en el mercado de pavimentos existen muchas opciones: baldosas, tarima flotante -suelo laminado-, vinilo o parquet. Todos los suelos son válidos pero unos tienen mejores características que otros, depende de los gustos y sobre todo, del dinero que podamos o queramos gastarnos.
Desde luego, entre todos, el parquet es el rey del suelo, aunque es el costoso pero también es uno de los más rentables a la larga, pues es posible “lavarle la cara” mediante un lijado y barnizado cada ciertos años para devolverle su aspecto original sin grandes obras. Es un suelo 100% madera maciza, con una capa superior de un grosor de al menos 2,5 milímetros, normalmente compuesto de una sola capa.
Por contra, los suelos cerámicos van notando el desgaste del paso del tiempo y perdiendo su brillo original, y normalmente, se suele descascarillar su superficie ante un pequeño golpe. También son más fríos, hablando de eficiencia energética, sobre todo en invierno. Ventajas, su fácil limpieza y su resistencia al agua, pero cuando decoras tu casa, dudo que tengas en la cabeza una inundación por rotura de una cañería.
Los suelos de madera, la mejor opción
A nuestro gusto, los suelos de madera son los más estéticos, embellecen la vivienda, aportan luminosidad, ya que suelen estar compuestos de madera de roble o haya, y son más cálidos que los cerámicos, con lo que andar descalzo por la casa, seguramente, no te reporte un resfriado. Además hay múltiples tonos, que pueden adaptarse a cada tipo de vivienda y estilo de decoración, más si hablamos de una tarima laminada.
Su precio es muy variado. Nosotros os recomendamos solicitar al menos dos presupuestos distintos, teniendo muy claro cuáles son vuestras preferencias, y partiendo de que las calidades que nos ofrecen son similares, sino iguales, a la hora de presupuestarlos.
Normalmente la tarima de madera se coloca en las habitaciones, los pasillos y el salón, aunque actualmente se está poniendo muy de moda en decoración colocarlo en el exterior de las casas, como en el porche o en terrazas cubiertas. En el baño y la cocina suelen colocarse baldosas, o usar la alternativa del vinilo por ser hidrófugo, o de un suelo lamina por resistente al agua, pero ¡de verdad!, como los suelos laminados de QUICK STEP, que en muchas de sus colecciones te lo garantizan a través de su sistema patentado HidroSeal, que les hace resistentes a la humedad y al agua superficial.
¿Es el parquet la mejor opción?
Si tu prioridad es conseguir un acabado estético inmejorable, los suelos de parquet pueden ser una alternativa muy interesante. Ofrecen una imagen muy cálida y acogedora y, al tratarse de un material natural con distintas vetas y nudos, tendrás la seguridad de que no hay otro suelo igual al tuyo.
Si decidimos poner un suelo de parquet de madera de roble, el precio puede oscilar entre 30 y 80 euros el m2. En una casa de unos 70m2, si decidimos poner parquet en el salón, el pasillo y las dos habitaciones, el precio puede variar desde los 1.500 el más barato hasta los 6.000 euros.
La compra e instalación de este suelo es la opción más cara entre todas las posibles. Además, se raya con facilidad y puede estropearse con el agua y con productos nocivos. Al ser madera, es susceptible a la humedad, por lo que no es recomendable mojarlo. Para limpiarlo hay que utilizar una mopa o un trapo poco húmedo.
La alternativa al parquet: suelo laminado
Los suelos laminados o tarima laminada suelen ofrecer una excelente relación calidad-precio.
Una alternativa muy común al parquet es la tarima laminada. No es lo mismo, a pesar de que muchas personas lo equiparen porque visualmente tiene un aspecto similar. La tarima laminada es un tipo de suelo que se compone de láminas formadas de derivados de la madera. Su instalación es mucho más sencilla, ya que las láminas se colocan sobre el suelo sin necesidad de pegarlas.
Un suelo de tarima flotante laminada puede costar desde los 9€ lo que es el material, pero que sube a los 18,90 euros el m2 instalado. Es más barato -unos 1.000 con una calidad AC5 y de 8 mm de espesor- , pero tiene una vida útil mucho más limitada. En cuanto al tiempo de instalación, es sensiblemente inferior al del parquet, pues nada más terminada una habitación ya se puede pisar. Se coloca generalmente sobre el suelo ya existente, a menos que haya que nivelar la superficie por estar muy deteriorada, y actualmente, el inconveniente de producirs ligeros sonidos de chasquidos al pisar las láminas, queda solucionado con el uso de una buena subcapa flexible de foam. Es muy sencillo de limpiar, ya que se puede fregar con normalidad.
No todo son ventajas, su desventaja principal es que se desgasta más rápidamente que el parquet, por lo que hay que renovarlo cada cierto tiempo -aunque hablamos de años-. No se puede barnizar, hay que cambiar las láminas estropeadas. Existen varios tipos de materiales, y su durabilidad dependerá del grosor y de la calidad de las mismas.
Otra de las grandes ventajas de los suelos de madera es que nunca pasan de moda.