Este tipo de tarimas laminadas son una buena elección al ser muy resistentes, y soportan de manera óptima los golpes y arañazos. El suelo laminado es cada vez más demandado tanto en hogares particulares como en establecimientos de acceso público u oficinas. Los pavimentos de suelo laminado o tarimas laminadas reciben ese nombre debido a su composición de materiales, un suelo que está formado por varias láminas o capas:
- Capa superior o capa overlay, fabricada en celulosa y por diferentes resinas que protegen al producto aportándole gran durabilidad al suelo. Esta capa, muy resistente, es la contacto con la pisada de manera continua y sufre por lo tanto un desgaste mayor.
- La segunda capa es la que quedaría visible en el momento en el que se instala el suelo y está compuesta por un papel decorativo. Esta, determina el tipo de diseño y el color de nuestra tarima laminada. En nuestro catálogo disponemos de una amplia variedad de colores y diseños para conseguir el efecto visual que mejor se adapte a vuestro gusto.
- La tercera capa, o de contrabalanceo, sirve para aportar al suelo laminado una mayor estabilidad y consistencia . Esta capa es muy importante ya que es la que se encarga de que el suelo laminado quede perfecto. Su efecto nivelador se encarga de suavizar las irregularidades y, generalmente, está compuesta de un tablero (HDF)